La
Crítica es de vida o muerte para una Revolución. No se conocen Revoluciones
perdidas por la crítica, pero sí derrumbadas por su ausencia o por la
sordera. Allí están los soviéticos, no oyeron al Che. La salud de una
Revolución estará en relación directa con la calidad de la crítica que la
habite. Ahora bien, el proceso de análisis, la crítica, en una
Revolución tiene una fuerte carga ideológica. Veamos.
El
término "crítica" puede significar ataque, instrumento para destruir, tener fines políticos de los adversarios. En este caso no
lo clasifiquemos como "crítica" sino como arremetida enemiga.
Puede
significar detección de fallas, llamados a corregir rumbos, alerta sobre
peligros, argumentos dispares y discordias sanas sobre posiciones dentro del
campo Revolucionario. En este caso llamémosla crítica. Igual a aquella a las que nos convocó el Comandante, a la que
decía Martí, "criticar es amar" o la que postulaba el clásico:
"cuídate del que te alaba, oye al que te critica."
En
los dos casos la respuesta debe ser de argumentos, de discusión, presentación
de la realidad, nunca persecución ni zancadillas, ni argumentos dirigidos al
hombre y no a la idea. Recordemos que siempre en este tipo de combate lo que se
disputa es la aceptación de la masa, de la sociedad.
De
lo anterior se deduce que la clase dominante ha instalado en la masa la
antipatía por la crítica. Los desprevenidos la consideran sólo un ataque, de
esta manera nos privamos de un instrumento valioso para la búsqueda de los
caminos ciertos, para corregir errores. Se puede decir que un pueblo tendrá
la calidad de su capacidad de crítica. Y concluir que no habrá Revolución sin
crítica revolucionaria.
En
esta Revolución la crítica debe estar en la primera línea. Ahora es más
necesaria que nunca, sólo podremos reponernos del descomunal golpe que
significó el asesinato de Chávez con una alta dosis de crítica, de análisis
constante, de balance del camino y corrigiendo errores rápidamente. Estamos
sometidos a una ofensiva contra el Socialismo que tiene un poderosísimo frente
externo, el imperio, y un formidable frente interno, las ideas
reformistas y la práctica anarcoide.
En
los últimos días la crítica, por parte nuestra, ha redoblado porque el
movimiento del paisaje político así lo amerita:
la conversación con mendoza no es algo para pasar por alto, las llamadas a los
empresarios y las medidas con el dólar no son tonterías, señalan un rumbo que
debe ser discutido, debatido, criticado, y ese es un deber de los
revolucionarios.
Es
un error pensar que el enemigo es sólo capriles y su fascismo raquítico, y
dejar de lado las alianzas decisivas con el gran capital nacional e
internacional y el aparecimiento en la palestra política de la burguesía
tradicional. Y mientras esto pasa, la Revolución
se diluye en un gobierno de calle, que se reduce a realizar las tareas del
gobernador y hasta las del alcalde, nos quita presencia nacional y no hay
respuesta al avance oligarca.
¡Seguiremos
criticando duro y resteaos con Maduro!
¡Criticar es amar!Fuente: http://ungranodemaiz.blogspot.com/2013/05/la-critica-ineludible-martes-21-05-2013.html
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