EL PELIGROSO REFORMISMO (Martes 14-05-2013)
El reformismo no es una posición
inocua, una mera propuesta ideológica, por el contrario, es un eficaz y cruel
ropaje de la defensa del capitalismo, funciona como la versión liviana del
fascismo: es más selectivo, pero igual de brutal.
En
época de Revolución, cuando la esperanza puede concretarse, el papel del
reformismo es vital para el capitalismo: se infiltra en la Revolución y tiene
como tarea extraviar el camino, debilitar la posibilidad revolucionaria. La
historia nos dice que las Revoluciones han sucumbido más por el reformismo que
por la lucha frontal contra sus aparentes oponentes. Siendo así, y aunque parezca paradójico, el principal enemigo
del reformismo es la ideología revolucionaria, ésta los desenmascara y por eso
la persiguen. Más fácil encuentran excusas para sentarse con los capitalistas
que para hablar con los revolucionarios. Con la misma rapidez y energía que
adoptan teorías inocuas para el capital, adversan a la ideología
revolucionaria.
Los
reformistas persiguen a los revolucionarios con odio fascista. Es suficiente recordar los muertos y desaparecidos de la
cuarta república: Jorge Rodríguez, Alberto Lovera, Fabricio, Cantaura,
Yumare...
Los
crímenes de reformistas haciendo "Revolución" son legendarios, el de Rosa Luxemburgo es sólo una muestra. Relata David
Arravalí: "esta revolucionaria fue asesinada y en el año 1962, 43 años
después de su muerte, el Gobierno Federal alemán declaró que su asesinato había
sido una "ejecución acorde con la ley marcial". Hace sólo nueve años
que una investigación oficial concluyó que las tropas de asalto, que habían
recibido órdenes y dinero de los gobernantes socialdemócratas (reformistas)
fueron los autores materiales de su muerte y la de Karl Liebknecht. A propósito
de ese asesinato, Bertold Brecht, de 21 años, escribió este sentido poema.
La
Rosa roja ahora también ha desaparecido.
Dónde
se encuentra es desconocido.
Porque
ella a los pobres la verdad ha dicho
Los
ricos del mundo la han extinguido."
Se
puede concluir que el fascismo es una evolución del reformismo, abunda el
fascista con pasado reformista. Si revisamos los apoyos a capriles
encontraremos larga lista de conversos, empieza por teodoro y pompeyo, sigue
con ismael y puerta, albornoz también canta ¡presente! Allí se cumple el axioma
de que "no hay peor cuña que la del mismo palo".
La
Revolución Pacífica como la nuestra tiene, necesariamente, un período inicial
en el cual se mezcla peligrosamente con el reformismo. Su tránsito dentro de las leyes y la lógica burguesa es una
tentación a permanecer en ese ambiente, con ese ritmo que castra a la
posibilidad revolucionaria. Si la Revolución allí se estanca, será derrotada.
Es por eso que la lucha interna cobra papel importantísimo, de ella depende el
destino de la Revolución. Se puede afirmar que éstas se pierden o se ganan
según su lucha interna. Si adentro las ideas revolucionarias son derrotadas,
la victoria capitalista está asegurada.
La
convivencia de la Revolución con el capitalismo es altamente peligrosa.
Justificar esa convivencia con argumentos reformistas es construir la derrota.
No desarrollar una seria y rigurosa discusión de la teoría, despreciarla,
perseguirla, es un suicidio.
¡Con
Chávez, con Maduro, Socialismo!http://ungranodemaiz.blogspot.com/
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